Durante los últimos 10 años, el termino transición energética ha tomado mucha fuerza, pero ¿qué es lo que esto significa?
La transición energética se refiere al cambio estructural a largo plazo en los sistemas energéticos, a lo cual también se le conoce como descarbonización del sistema energético. Esto nace a raíz de la voluntad que tienen de varios países de migrar hacia fuentes que permitan generar energías más limpias para la reducción de la huella de carbono.
Transición energética en Colombia
Las transiciones no se dan de la noche a la mañana y requieren de un modelo estructurado, por este motivo en Colombia se han implementado reglamentaciones en torno al mejoramiento de hábitos de consumo e implementación de fuentes de energías renovables.
En el año de 2001 nace la ley 697, la cual fue reglamentada por el Decreto Nacional 3683 de 2003. Mediante esta ley se fomenta el uso racional y eficiente de la energía, y se promueve utilizar energías alternativas.
Posteriormente en el 2014, se firmaría la ley 1715, por medio de la cual se regula la integración de las fuentes de energía renovables no convencionales al Sistema Energético Nacional. Esta última ley incentiva la inversión en fuentes no convencionales de energías renovables, con la otorgación de incentivos tributarios: Deducción de renta, exclusión de IVA, exención de aranceles y depreciación acelerada.
Ya en mayo del 2019, se aprueba la ley 1955, también conocida como “Plan Nacional de Desarrollo”, con la cual se busca sentar las bases de legalidad, emprendimiento y equidad para lograr la igualdad de oportunidades en concordancia con proyectos de largo plazo para que Colombia alcance los objetivos de desarrollo sostenible para 2030.
Finalmente llega la ley 2099 del 2021, la cual tiene como objetivo modernizar la legislación de la transición energética, y la dinamización del mercado energético a través de la promoción y desarrollo de fuentes no convencionales de energía.
En el año 2020, Colombia recibió dos importantes reconocimientos internacionales derivados de su compromiso con impulsar una profunda transformación energética. Por un lado, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) escogió a Colombia como uno de los siete países llamados a liderar el Diálogo Global sobre Transición Energética en los eventos del Diálogo de Alto Nivel sobre Energía, llevada a cabo en septiembre de 2021. Por otro lado, en la Asamblea General de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés) escogió a Colombia como miembro principal de su Consejo en representación de América Latina.
Colombia aumentó de manera considerable su ambición climática en 2020, pasando de una meta de 20% en reducción de las emisiones proyectadas a 2030, a una meta de 51%.
El compromiso de promover las fuentes no convencionales de energía renovable se ha extendido a las zonas rurales también. A través de operaciones en la Región Pacífico y en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, se ha impulsado la modernización de la infraestructura de generación eléctrica para introducir tecnologías más limpias y aumentar la cobertura eléctrica.
La región llegará a 2.500 MW de capacidad de energía generada por fuentes no convencionales de energía en el año 2022, con 14 proyectos renovables en marcha, nueve eólicos y cinco solares, habiendo logrado en paralelo conectar a 580.000 nuevos usuarios al servicio de gas por redes.
Transición energética en el resto del mundo
Las obligaciones asumidas por 197 países en el llamado acuerdo de Paris sobre Cambio Climático y Emisión de Gases de Efecto Invernadero, el 12 de diciembre de 2015, suponen metas concretas para la reducción de las emisiones de CO2.
El mundo se encuentra abocado al desarrollo de programas relacionados con la transición de energías fósiles (carbón y petróleo) a energías renovables no convencionales, principalmente solar y eólica. En China, Estados Unidos, Europa, y más lentamente India, están reemplazando el uso de carbón por gas natural en la industria eléctrica y manufacturera.
Pese a la retirada del acuerdo de Paris por parte de los Estados Unidos en el 2017 durante el gobierno del presidente Donald Trump, muchas empresas estadounidenses decidieron impulsar el desarrollo del uso de energías más limpias. No obstante, el 20 de enero del 2020, Joe Biden firmó en su primer día en el cargo como presidente, el instrumento para que los Estados Unidos regrese al acuerdo de París
En la Unión Europea (UE), las políticas de transición energética son más audaces con miras a la creación de una Unión Europea de la Energía, capaz de proveer de energías limpias y asequibles a los ciudadanos y empresas de la región. A ello ha contribuido decisivamente la disminución de los costos de las células fotovoltaicas para la energía solar, como también la construcción de molinos de viento de mucho mayor capacidad y eficiencia, y el desarrollo de baterías de gran capacidad para centros urbanos, uso industrial y vehículos eléctricos.
la Comisión de la Unión Europea anunció un cuantioso plan de inversiones en un fondo para apoyar a las regiones más dependientes de energías fósiles, con el objetivo de impulsar la transición energética. El “Plan de Inversión para una Europa sostenible”, movilizaría cerca de un billón de euros en los próximos 10 años, para convertir al continente europeo en la región con las más bajas emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. Recuerda que tú también puedes ser parte de la transición energética y ayudar a mitigar el cambio climático: Ahorra energía en casa, cambia tus hábitos de consumo como apagar las luces cuando no las necesitas y utiliza más la bicicleta.
